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arte

Los niños, una bendición para Jesucristo .-06-junio-2012

Posted by Caminante y peregrino

CARL BLOCH.-REALISMO DANÉS

Viejos y añorados recuerdos, sí. No lo puedo evitar. Han sido cuarenta y dos años de estrecho contacto con ellos en el aula y también en la Parroquia. Muchos diálogos, mucho intercambio de opiniones en las clases de Literatura y de Religión, mucho aprendido de ellos… Esos han sido los primeros sentimientos que he tenido al abordar el tema de los niños y Jesús.

DEL PARSON.-S. XX
Debieron ser algo muy grande para Él. Tanto, que nos los puso como el modelo a seguir: ‘En aquel momento se acercaron los discípulos a Jesús y le dijeron: ¿Quién es el más importante en el reino de los cielos? Él llamó a un niño, lo puso en medio de ellos y dijo: Os aseguro que si no cambiáis y os hacéis como los niños no entraréis en el reino de los cielos. El que se haga pequeño como este niño, ese es el mayor en el reino de los cielos. El que acoge a un niño como este en mi nombre, a mí me acoge’. (Mt. 18, 1- 5).

Carl Bloch.-REALISMO DANÉS
Y remata esta intervención ante los Apóstoles diciéndoles: ‘Al que sea ocasión de pecado para uno de estos pequeños que creen en mí, más le valdría que le ataran una piedra de molino al cuello y lo arrojaran al fondo del mar’. (Mt. 18, 6).

James Tissot.-S. XIX - XX
Más claro, imposible. Los niños son algo muy serio para Jesús y no se les debe trivializar. Al contrario. Hay que tomarlos muy en serio y los padres, sus  primeros educadores, deben volcarse en su formación y educación cristiana, social, moral religiosa y del tipo que sea para que tengan una formación integral, además de velar para que nadie tergiverse la educación que les darán en su vida.

Carl Vogel von Vogelstein, 1805
El ejemplo, en esta sociedad tan liviana, tan falta de escrúpulos y valores en la educación infantil, continúa siendo válido y su vigencia permanece. Ellos son una llamada a la vida (en contraposición a las tendencias al aborto que existen), y a la Vida (en este caso, ya lo ven, con mayúscula: ser como ellos es la supremacía para alcanzar el Reino de Dios).

Benjamin Robert Haydon .-S. XIX
Jesucristo no lo dudó un solo instante ante la pregunta que sus discípulos le hicieron, acaso ¡quién sabe! (al menos, yo no lo sé), con el propósito de hacer méritos para ser importantes en el Reino de Dios.

HIPPOLYTE FLANDRIN.-ACADEMICISMO
Pero acaso también, desde un prisma exclusivamente humano, que es lo que estaban acostumbrados a ver. Pentecostés se encargaría de abrirles los ojos paulatinamente e ir conociendo la realidad de ese Reino.

Corbert Gauthier.-S. XX
San Marcos nos plantea la misma cuestión desde otro ángulo distinto: ‘Llevaron unos niños a Jesús para que los tocara, pero los discípulos los regañaban. Jesús, al verlo, se indignó y les dijo: Dejad que los niños vengan a mí; no se lo impidáis, porque de los que son como ellos es el reino de Dios. Os aseguro que el que no reciba el reino de Dios como niño, no entrará en él. Y tomándolos en brazos, los bendecía, imponiéndoles las manos’. (Mc. 10, 13-16). San Lucas, en su Evangelio, (Lc. 18, 15-17), también lo refiere de forma básicamente análoga a Marcos.

Bernhard Plockhorst.-SIGLO XX
Aparentemente es un episodio aislado, una anécdota pensarán algunos, este pasaje de Jesús con los niños, pero realmente no es así, porque Él no desaprovechaba ocasión alguna para hablar del Reino de Dios. Para eso había nacido y su Precursor se encargaba de prepararle el camino: ‘En aquellos días apareció Juan el Bautista predicando en el desierto de Judea. Decía: Arrepentíos, porque está llegando el reino de los cielos’. (Mt. 3, 1-2).

DEL PARSON.-Siglo XX
Y más adelante es el mismo Jesús quien se encarga de hacerlo saber a las gentes: ‘Después que Juan fue arrestado, marchó Jesús a Galilea, proclamando la buena noticia de Dios. Decía: Se ha cumplido el plazo y está llegando el reino de Dios. Convertíos y creed en el evangelio’. (Mc. 1, 14).

William Hole.-S. XIX - XX
Ya podemos observar que si Él tenía que cumplir esa misión, ante la pregunta y actitud de sus apóstoles sobre el mayor en el reino de los cielos, no podía haber mejor ejemplo que la inocencia de los niños.

HAROLD COPPING.-S. XIX - XX
Así también lo han ido interpretando los pintores a través de sus pinceles en distintas épocas. Con ellos los dejo.

Hermann Clementz.-S. XIX - XX

GREG OLSEN.-S. XX

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